Gracias a la colaboración de Orona con Fundación Avintia, Paula, hija de un antiguo empleado de Grupo Avintia, que padece parálisis cerebral, cuenta con un nuevo Salvaescaleras en su casa.
Debido a un trastorno del desarrollo psicomotor, Paula solo puede desplazarse en silla de ruedas. Hace 18 meses, el salvaescaleras que le permitía moverse entre las dos plantas de la vivienda familiar se estropeó después de 20 años de uso. Debido a su antigüedad, la reparación no era posible. La única posibilidad era reemplazarlo por uno nuevo, cuyo precio ronda los 12.000 euros, un gasto que la familia no podía asumir.
Durante 18 meses, Paula se ha visto obligada a dormir en el salón de la planta baja, sobre un colchón en el suelo. “Una situación desesperante “, según palabras de su padre, Antonio Martín, antiguo empleado de Grupo Avintia, y por quien conocimos la historia en la Fundación.
“Al saber de sus circunstancias, quisimos ayudar” cuenta Carmen Varela, directora de la Fundación, “así que nos pusimos en contacto con Orona, proveedor de Grupo Avintia y especialista en la instalación de este tipo de estructuras, y les trasladamos la necesidad de esta familia”.
Gracias a su implicación, el sábado, 20 de julio, se montó en casa de Paula un salvaescaleras modelo STC-AIR, con capacidad para hasta 130 kg, 12,5 metros de recorrido y dotado de reposapiés plegable, lo que ha permitido que Paula, después de 18 meses, pueda volver a dormir en su habitación.
Se trata de una causa en la que hemos estado encantados de colaborar, no solo porque afectaba directamente a un antiguo empleado de la compañía, sino porque hemos ayudado a Paula a recuperar parte de su bienestar y calidad de vida, misión para la que fue creada la Fundación.